jueves, diciembre 6


La galeria de los jazmines

La música suena lejana. El sol de la tarde cae lentamente hacia el horizonte... La galería huele al “jazmín del país”; sus flores en libertad me acarician al pasar. La soledad del campo me trae recuerdos, recuerdos que duelen por no estar presentes... Oigo la música lejana; quizás venga de algún pueblo vecino, o quizás no venga de ninguna parte, quizás solo esté en mi mente recordando otros tiempos...Recuerdo las reuniones en ésa galería, la preferida de la tía Carlota, donde todo era charla y risas; cualquier cosa motivaba alegría. Era en ésos veranos que pasábamos en lacasa solariega del abuelo; nuestro refugio para mitigar el calor sofocante de la ciudad. Por la mañana, los más chicos, correteábamos por el campo, o le pedíamos al abuelo que nos llevara a pasear en sulky. Tomaba por el camino de los eucaliptos, hasta la laguna que limitaba con el campo vecino, pero al llegar ahí, se detenía un instante; yo notaba su mirada triste y pensativa... A veces llevábamos cañas e intentábamos llevar algo de pesca para que cocinara nuestra querida Ramona, ella que hacía delicias en “su” cocina; de no ser así, nos llevaba hasta los maizales. Nos hacía bajar y nosotros corríamos alborotados, y competíamos a ver quién llevaba más choclos a la casa; y luego, la mayor satisfación era comerlos asados en las brasas, que eso el abuelo lo hacía con maestría. Luego de almorzar, para los más pequeños hacer la siesta, era obligatorio. Esa era la hora en que las tías se reunían en ésta galería, muy cerca de dónde dormíamos las niñas. Ni bien podía escurrirme de la cama corría a escuchar lo que las tías hablaban, para luego comentarles a mis primas lo que había oído. En una de ésas tardes, oí que las tías nombraban a un tal Carlos, y trataban de convencer a tía Carlota de que ya todo estaba bien; que la niña estaba bien atendida y protegida, que no le faltaba nada y se criaba con mucho cariño, con salud y alegría.
Esa tarde quedé pensando en lo que ellas habían hablado. ¿Quién sería ésa niña de la cual hablaban?... Pensé en mis primas, pensé en mi... Yo sabía que mis padres habíanfallecido en un accidente de tránsito en Milán, cuando hicieron un viaje a Europa, después de cumplir yo un año; yo había quedado con los abuelos, quienes me criaban con muchoamor y protección. Tía Carlota, no ocultaba ante mis primos su preferencia hacia mí. Ellos acepta_ban mi situación con mucho cariño. Cuando yo pasaba temporadas en el campo con los abuelos, se hacía escapadas para venir a verme. Era notorio la preocupación que tenía por mí y no tanto por los abuelos. Ella vivía en la Capital, dónde tenía su estudio: la tía era abogada.Tuvo muchos pretendientes, a los cuáles, además de rechazarlos, más de las vecesni permitía que le declararan su interés por ella; era muy bonita, era hermosa...Los años pasaban lentamente. A mi me mandaron a estudiar a Bs. As., a un colegio
Inglés. Quedaba interna de lunes a viernes, día en que venían a buscarme para luego ir de los abuelos o al departamento que tía Carlota tenía en Palermo. Las dos disfrutábamos de todo lo que teníamos que contarnos, de lo sucedido durante la semana.Ibamos al cine o al teatro; cosa que a ella le apasionaba. Un día me confesó que por no darles un disgusto a los abuelos, hubiera sido actriz o cantante... Siempre nuestras salidas terminaban en alguna confitería “paqueta”, donde teníamos largas charla, charlas en las que aprendí muchas cosas de la vida; la tía tenía un don para explicarlas y yo quedaba admirada escuchándola. En una de ésas tardes, le pregunto el ¿porqué el abuelo se ponía triste cuándo llegábamos al lago, en los paseos con el sulky? Carlota queda sorprendida por la pregunta y luego reacciona como queriendo ocultar un dolor. Recobra su estado emocional y dice: --¿En la laguna?..., ¡ha, ya sé!, debe ser por la desgracia ocurrida hace muchos años: “Fue en un verano muy caluroso, al atardecer; el hijo del capataz de la estancia vecina, había ido con su novia a nadar. El agua los invitaba a darse el placer de refrescarse en ella. El sol caía hacia el horizonte como si fuera un enorme farol rojo, rojo fuego. Los que los vieron, dicen que nadaron un rato alejándose hacia el centro de la laguna sin pensar que ahí era peligroso, por ser el lugar mas profundo. Cuentan que la muchacha al no hacer pié pide a gritos ayuda al jóven, pero el agua la aleja cada vez mas, hasta que él logra sacarla del peligro; pero con tan mala suerte, que no se supo si fue un calambre o qué pasó; la cuestión que el agua lo arrastró hacia el fondo de la laguna”...Carlota, (así me hacía llamarla desde que fui adolescente) cierra esa conversación aduciendo que era un triste recuerdo y que ya había pasado mucho tiempo. Nos fuimos del lugar tomadas del brazo, aparentando haber olvidado esa historia. La calle Florida nos atrapó con sus vidriras, era primavera y los colores brillaban por todas partes.

Pasaron los años; cambiaron nuestras vidas... Carlota se dedicó a la “Minoridad y la Familia”; yo formé un hogar hermoso, con problemas como puede haber en cualquier hogar, pero con mucho amor. Estoy aquí, esperando a “la tía”... Acordamos este encuentro en la casona de “los abuelos”, pues tiene que decirme algo importante y nada mejor que la soledad del campo bajo el refugio de la “galería de los jazmines”, testigo fiel de muchos recuerdos, nuestros juegos y en especial las reuniones de las tías…

Alejandrina Todarello

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenísimo , me encantó y me gustó ese perfume a nostalgia que tienen tus palabras .Te felicito...

Anird Najela dijo...

Nydia:me alegra tanto saber que a una lectora como vos le gusten mis relatos. ¡Gracias Nydia!

de mayúscula a minúscula dijo...

hermosos cuentos anrid
contá más de vos
entiendo que tu mombre es alejandrina, que sos abuela, de donde venís?
de chusma, por curiosidad, por este mundo mágico que se abre a travéz de los blogs
que lo disfrutes como yo lo hago con el mío
un abrazo

*La Casalinga* dijo...

Mayus: vos podés creer que esta mujer es amiga de mi madre? Y la quiere y todo!!!

Anird: qué lindo es leerte!

Anird Najela dijo...

Sonia: la quiero poque se quire aceptando tal cuál es uno.Me emocioné que me escibas esto... A mí me "aguantarán" mis defectos. Uno habla de sus padres pero los quiere,(pero ni loca de mis hijos).

¡Gracias Sony!!!!

Anónimo dijo...

Muy buenos cuentos alejandrina, ojala publiques mas, son muy bellos. Publicaste un libro? si no lo hiciste todabia hacelo...

Anónimo dijo...

ola abue! me encanta tu blog..!! estas re modernizada!!! me encantan tus cuentos...
te kiero mucho...
jime

Anónimo dijo...

meli: justo estaba mirando tu mensaje cuando sonó el timbre. Te agradezco tus lindas palabras... y a "mando" otro.

"Gracias por leerme"!! un beso a mi "amiguito".

Anónimo dijo...

Hola soy la hermana de emilio y creo que tus cuentos son hermosos, Saludos anird....

Anird Najela dijo...

¡¡¡¡Vieja chancluda!!!: creo conocerte. Siempre me gustó investigar¡¡¡... Pero reeleo tu mensaje y me decís creo?... hay dudas´, quizás opinás por boca de otros. Me desilucioné, Creía haber encontrado un "admirador" jovencito, muy educado, pero vos , ¡Vieja chancluda! me hicistes dudar. ¿Que te parece, Sonia? Hay alguien que creía engañarme, ¡Pero No! ¡Yá vas a caeeeer!!!

Anird Najela dijo...

Mayu: revisando mis respuestas descubro que yo no te agradeci. Al leer el comentario de Sonia, me emocioné y lo dí como que te había contestado. Lo estoy pasando "bárbaro" pero mi cuello pide ¡Socoooorro!, Me atrapa ésto, y me ayuda a seguir con mis escritos. Hoy es sábado y ¡salí a caminar! te deseo un buén fin de semana: ¡Gracias, Mayu!!!